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PRESENTACIÓN

El paladar de una comunidad que sabe apreciar la producción artística se expresa, entre otras manifestaciones, en el reconocimiento de sus creadores.  Así, los premios son modos cómo se valora y se estimula el arte en un país.  En Guatemala, aunque no hemos estado a la altura en este tema, ha habido esfuerzos cuyo registro histórico es preciso consignar tanto para desarrollos futuros como para la meta crítica.

 

Un buen punto de partida es el que nos ofrece Max Araujo con el texto que evoca el premio Carlos F. Novella.  El escritor, que ha sido constante en nuestro Suplemento con contenidos históricos del universo cultural nacional, repasa la evolución, los protagonistas, las intenciones y la problemática en torno a ese certamen (uno de los más importantes del pasado reciente guatemalteco).

Su juicio valorativo, taxativo, lo resume trayendo a la memoria a sus pocos premiados:

 

“Y si bien es cierto el certamen de Cuentos solo tuvo cinco ediciones, de manera sucesiva de los años 1990 a 1995. Sus ganadores fueron: Marco Augusto Quiroa en 1990, Carlos Paniagua en 1991 y 1992, Manuel Corleto en 1993, Mario Alberto Carrera en 1994 y Arturo Monterroso en 1995. Ana María Rodas obtuvo un segundo lugar con uno de los cuentos de “Mariana la Tigrera”. El libro fue publicado años después”.

 

Lo invitamos a la lectura de nuestra propuesta editorial donde sobresalen, además, las contribuciones de Mynor Carrera Mejía, Jorge Antonio Ortega Gaytán y Vicente Antonio Vásquez Bonilla.  Estamos seguros que las incitaciones, en suelo fértil, hará resurgir nuevas ideas capaces de alumbramientos críticos.  Será un gusto saludarlo pronto.  Hasta la próxima.

EL PREMIO DE CUENTO CARLOS F. NOVELLA

Max Araujo

Escritor

 

Corría el año de 1989 cuando recibí en mi oficina profesional una llamada telefónica de una asistente de la gerencia de Cementos Progreso, quien me solicitó si podía conversar por esa vía con el Ingeniero Carlos Springmuhl, gerente en ese entonces de dicha empresa. Le respondí que con gusto, sin saber de qué se trataba el asunto. El ingeniero Springmuhl me invitó amablemente a una reunión a la que asistí en la fecha convenida, en las instalaciones de “La Pedrera”, en la zona 6 de la ciudad de Guatemala.

 

En esa ocasión estuvo presente también el licenciado Mario Montano Paz, personero de la Junta Directiva de esa empresa. Ambos me manifestaron que por recomendación del escritor Mario Monteforte Toledo me solicitaban que colaborara con ellos en la organización de un concurso de literatura. Con anterioridad habían hablado con Monteforte sobre lo valioso que era apoyar a la literatura en Guatemala, difundiéndola, y en reconocer a sus creadores con un estímulo económico apropiado, por lo que concluyeron que un concurso era la mejor vía. Estos tres ilustres personajes, de los que tuve el privilegio de conocer su calidad humana, ya fallecieron.  Cada uno, en su campo, dejó un valioso legado para Guatemala, que debemos reconocer y agradecer.  

De nuestra plática inicial decidimos hacer un certamen de cuento, en virtud que la novela por esos días contaba con un concurso, que con el patrocinio de Tabacalera Centroamericana organizaba la Fundación Guatemalteca para las Letras, de la que yo era miembro, y porque la poesía contaba con muchos certámenes en la que se le reconocía. Sugerí que al Comité, por su experiencia en esta clase de eventos, se invitara a las licenciadas Siang Aguado de Seidner y María Arranz, y al gestor cultural Cipriano Fuentes, agregado cultural de la embajada de Venezuela. (Los últimos dos solo colaboraron en los  primeros certámenes).

 

Mi recomendación fue aceptada. Fue así como convocamos, en el mes de agosto de 1989, al primer Certamen de Cuentos Carlos F. Novella 1990; nombre del fundador de la empresa, como un  reconocimiento a su memoria,  con un premio de diez mil quetzales  para el ganador. En los años siguientes se incrementó la cantidad que se otorgó en cada ocasión. Los interesados pueden consultar la edición de fecha 29 de agosto de ese año el Diario de Centroamérica, ya que publicó un reportaje gráfico de la primera convocatoria, la que se hizo en el auditórium de la Cámara de Industria, con la presencia de numeroso público, entre ellos escritores y personas del mundo cultural y social del país. En cada acto público relacionado con el evento estuvo presente, presidiéndolos don Enrique Novella Camacho.

 

El Certamen de Cuento Carlos F. Novella, duró cinco años, y durante este tiempo contribuyó a promover la literatura nacional, por la calidad de las obras de quienes fueron los ganadores de cada año y por la de los participantes del mismo.  Un ejemplo de lo que afirmo es lo expresado por Mario Monteforte Toledo en un texto que publicó en  Siglo XXI,  el 12 de noviembre del 1992, que tituló “Las lecciones de un concurso”. Parte de ese trabajo dice así:

Casi 440 cuentos forman una montaña de más de 2 mil páginas, 50 mil líneas y medio millón de palabras. Esto cuando el concurso es tan atractivo como el del premio Novella, del que acepté ser jurado como penitencia para limpiarme los pecados. Los jurados tienen algo de decapitadores, si se piensa en que otorgan un premio y desvanecen a los demás participantes. Elegir al ganador entre tres o cuatro finalistas es un martirio, que sólo se mitiga -igual que para desechar materiales-, si los criterios aplicados para decidir son sólidos y el valor personal crece a la altura del de Diaz de Vivar. El triunfador de este tercer certamen anual fue Carlos Paniagua, también galardonado en 1991. Su cuento es una obra maestra de buen escribir, bien narrar y mejor imaginar; muestra una sorprendente madurez y conocimiento literario cuasi profesional. Guatemala tiene en Paniagua un narrador de lujo y una gran promesa. (…) 

 

De relevancia es la serie de reflexiones que suscita la masa del concurso. Unos 50 cuentos son amatorios, con muy buenos sentimientos y de dudosa ejecutoria. Es difícil escribir de amor a estas horas; es más fácil y aconsejable hacerlo. Cuando se empieza la carrera de narrar, es frecuente creer que los amores personales se elevan por lo menos a la estatura de los amantes de Teruel, Romeo o Julieta o Tristán e Isolda.  Un segundo grupo es el de los cuentos para niños. Los dos primeros, además, están escritos en diminutivo (arbolito, perrito, pajarito, etc). Los botánicos suelen ser también ecológicos y evidencian amor por la naturaleza, -siempre encomiables-.  

Los de hadas pisan los terrenos más movedizos. No hay que olvidar que en estas ramas se rivalizan con Perrault, Girimm, Anderson y con las mil y una noches. Varias decenas de cuentos son de denuncia, llenos de cólera y plena conciencia de una las peores lacras del país: la represión y la conculcación sempiterna de los derechos humanos. No es fácil alcanzar la originalidad en esta tendencia, que lleva treinta años de ejercerse; sin embargo, encontrarse no menos de diez ejemplos de magnifica literatura, dos de ellos, finalistas en opinión unánime del jurado. Por último mencionamos lo que pudiéramos llamar gran literatura. Lo que hay no es mucho, pero en ninguna otra parte del mundo abunda. Total, un excelente concurso, un premio que podría duplicarse en quetzales y una enorme alegría de comprobar que la literatura guatemalteca sigue viva”.

 

Uno de los logros del certamen del año 1992 fue el taller de cuento que dirigió el escritor mexicano Carlos Montemayor, ya fallecido, quien acompañó a Monteforte como jurado. Montemayor compartió sus experiencias y sus técnicas con los interesados, pero lo más importante fue su recomendación para que se apoyara al poeta Humberto Ak´abal, que comenzaba a ser conocido, y quién realizaba oficios laborales que le dificultaban la realización de su obra literaria. El resultado de esta recomendación se tradujo en dos acciones concretas. La primera, en una especie de beca. Se incorporó a Ak´abal a una de las planillas como trabajador de Cementos Progreso, con el pago del salario mínimo, para que se dedicara a su obra literaria, y la segunda la publicación de la primera edición del libro “Tejedor de Palabras”, una recopilación de lo publicado por Ak´abal hasta esa fecha, con un prólogo de Montemayor.

 

Y si bien es cierto el certamen de Cuentos solo tuvo cinco ediciones, de manera sucesiva de los años 1990 a 1995. Sus ganadores fueron: Marco Augusto Quiroa en 1990, Carlos Paniagua en 1991 y 1992, Manuel Corleto en 1993, Mario Alberto Carrera en 1994 y Arturo Monterroso en 1995. Ana María Rodas obtuvo un segundo lugar con uno de los cuentos de “Mariana la Tigrera”. El libro fue publicado años después.

En un texto publicado por Luis Aceituno, crítico, cuentista y director actual de la sección de Cultura de elPeriódico, en la edición de Prensa Libre del 11 de noviembre de 1992 expresó:

 

Durante las últimas décadas la literatura guatemalteca se ha desarrollado dentro de las condiciones más adversas: Falta de políticas culturales por parte del Estado, falta de editoriales, desinterés creciente en los medios de comunicación para difundir las nuevas alternativas, todo esto sumando a la crisis socioeconómica que ha vivido el país en su historia reciente. Lejos de ser un ejercicio profesional, el quehacer literario en nuestro medio continúa siendo un quehacer que se realiza a ratos y que difícilmente logra trascender de las páginas de los efímeros suplementos culturales.

El escritor guatemalteco se ahoga por falta de espacio, de reconocimiento, de opciones reales para hacer productivo su trabajo”.

En otros párrafos de su texto afirmó:

Cada vez más surgen certámenes en donde el reconocimiento económico comienza a ser bastante significativo y en los cuales se empieza a poner especial interés en la selección de los jurados calificadores: Se puede destacar dentro de los más importantes el concurso de Cuento de la Fundación Carlos F. Novella, que se ha mantenido durante tres años, y que intenta fortalecer la narrativa breve, una de las ramas más trabajadas en el país. (…)  Es alentador saber que durante estos tres años el promedio anual de cuentos presentados al concurso ha sido el de quinientos, lo que es un signo de la vitalidad de nuestra literatura”.

 

Entre otras personas que fueron importantes para el certamen tuviera el éxito se debe destacar a Mercedes Sacasa, al poeta Enrique Noriega, al fallecido  de manera trágica Enrique Novella Alvarado y a un grupo de personas que pusieron su entusiasmo y capacidad, entre ellos los directivos de la Fundación Carlos. F. Novella, y miembros del personal de Cementos Progreso, especialmente el ingeniero Plinio Herrera.

 

Este certamen quedó para siempre en la historia literaria de Guatemala como uno de los más importantes del país. Agradezco a quienes me invitaron a ser parte del mismo, quienes confiaron en mi persona. Conservo grandes recuerdos de las cenas, almuerzos, reuniones y atenciones de quienes me invitaron para que fuera parte de un grupo extraordinario para el desarrollo del evento, entre ellos algunos miembros de la familia Novella como Cecilia Daugherty, y ejecutivos, entre ellos Carlos Springmuhl Silva (sobrino de Eugenio Silva Peña, gran amigo de Miguel Angel Asturias, de quien tenía recuerdos de cuando fue niño, por esa amistad entrañable de su tio), que en cada ocasión nos contaba sabrosas anécdotas y experiencias.

 

Fue un hombre que de joven, siendo gerente de INCASA, fue objeto de un atentado terrorista, en el que perdió sus dos piernas, pero sin ningún problema caminaba con dos prótesis.  Le sonreía a la vida. Prodigaba generosidad y alegría. Otro contertulio fue Mario Montano Paz, cuya humildad de su trato era notoria, no hacia alarde de bienes materiales, más que de lo beneficioso de llevar una vida sana. Hacía ciclismo de montaña por los alrededores de una de sus casas en una colonia de La Antigua Guatemala.  Fue un destacado abogado y notario, ejecutivo de muchas empresas. De joven vivió en París, en donde realizó estudios. Nos contó que en esa ciudad llevó una vida como de hippie, aunque ese movimiento aún no había surgido. De Siang Aguado, Cipriano Fuentes, Mario Monteforte y Maria Arranz, tendré que escribir especialmente sobre ellos

 

Y como todo tiene un comienzo y un final, el Certamen Carlos. F. Novella, terminó en 1995 por decisión de los ejecutivos de Cementos Progreso.  Cumplió con creces los objetivos que se trazaron sus creadores.

 

Retrato antiguo

El bicentenario del asesinato de dos jóvenes que se opusieron a la anexión a México

Mynor Carrera Mejía

Profesor e investigador de la Universidad de San Carlos de Guatemala

 

            La independencia centroamericana fue un proceso que viene antes del 15 de septiembre de 1821 y continúa hasta que cada una de las provincias se constituye en nación independiente. Por lo tanto, en este proceso se van alcanzando varios bicentenarios, algunos de ellos olvidados por la historia oficial.  En este sentido, vale la pena rememorar la hazaña de los opositores a la anexión a México, misma que los llevó a la muerte.  Los jóvenes que recibieron las balas fueron Mariano Bedoya, hermano menor de doña Dolores Bedoya de Molina y Remigio Maida.

 

            Las Juntas Patrióticas surgieron como un deseo de grupos disidentes de poder lograr la independencia patria.  Posteriormente, vieron la necesidad de volverse a reunir cuando, luego de la firma del acta de la Independencia de España, el 15 de septiembre de 1821, los rumores eran cada vez más claros en el ambiente convulso de esa época.  Los egresados de la Universidad de San Carlos de Guatemala que fueron los protagonistas del movimiento independentista, se habían dividido.  La consigna era aceptar la invitación amenazadora de don Agustín de Iturbide, quien, desde su trono en México, había decidido anexarse a la América Central.

 

            La Junta Provisional de Gobierno se encontraba entre la espada y la pared.  Los miembros estaban presenciados cómo ciertas provincias, tal el caso de Chiapas, se había adherido al imperio mexicano. De la misma manera, otras provincias estaban haciendo lo mismo y lo que reinaba era un caos político.  Dicha Junta Provisional había decidido anexarse a México con el fin de, según ellos, seguir controlando a toda el área que constituyó la Audiencia de Guatemala (Chiapas, Soconusco, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica).

 

            La decisión de la junta no fue aprobada por un grupo de liberales liderados por el Dr. Pedro Molina.  Allí se unió de nuevo la familia Bedoya, quien junto a Dolores Bedoya de Molina, Cayetano Bedoya y Mariano Bedoya, habían decidido apoyar la independencia sin anexión.  Fue así como volvieron a surgir las Juntas Patrióticas.  Habían varias, incluyendo una que se reunía en el Salón General Mayor de la Universidad Pontificia de San Carlos de Guatemala.  Aquí se encontraba formando parte Mariano Bedoya.

 

            Mariano ya venía con una trayectoria de participación política.  Él se reunía con los conjurados de Belén de 1813, mismos que fueron delatados, capturados y algunos de ellos, condenados a pena de muerte por sediciosos. Entre los capturados se encontraba el Dr. Tomás Ruiz, primer indígena graduado en la Real y Pontificia Universidad de San Carlos de Guatemala, dicho religioso cayó en prisión al igual que los hermanos Cayetano y Mariano Bedoya, eso sin mencionar a más de una docena de capturados.

 

         

 

   La cárcel era dura y tormentosa.  Tomás Ruiz salió de prisión casi seis años después, salió tan enfermo que, poco tiempo después, falleció en Chiapas.  Cayetano Bedoya fue beneficiado con un trabajo gubernamental.  No obstante, Mariano, considerado el más rebelde, no recibió ningún empleo.  Esa rebeldía lo llevó a conformar de nuevo una Junta Patriótica, misma que tuvo su última reunión el 30 de noviembre de 1821, a escasos 45 días de haber firmado la Independencia de España. 

 

El principal historiador que menciona este hecho es el abogado Alejandro Marure Villavicencio.  Él es el fundador de los estudios de historia en Guatemala en 1832. Escribió numerosos libros y en su reconocido Bosquejo Histórico de las Revoluciones en Centro América, describe de forma breve, la fatal manifestación que concluyó con la muerte de los jóvenes Bedoya y Maida.  Aunque hay varios historiadores que tratan el punto, jamás ha habido un recuerdo en la historia oficial y tampoco se les ha rendido tributo.

 

 Es cierto que tanto independentistas como los imperialistas (anexionistas hacia el imperio mexicano) defendían sus propios intereses de clases privilegiadas.  A pesar de ello, los primeros eran más nacionalistas que los segundos.  En todo caso, los primeros estaban conscientes que era mejor mantenerse unidos como república centroamericana.  Los segundos ya miraban desmoronarse el área centroamericana, por lo que se decidieron por la anexión.  Es cierto que hubo una consulta a las provincias con relación a la anexión.  Sin embargo, dados los problemas de comunicación, no todas pudieron responder.  Al final, triunfó la anexión y, aunque la historia oficial no haga hincapié al respecto, fuimos 18 meses parte de México.

 

            Por ello recordamos cómo hace 200 años, 16 ciudadanos salieron del Salón General Mayor de la Pontificia Universidad de San Carlos de Guatemala. Ya era de noche pero acordaron salir a manifestar con consignas a favor de la república independiente y en contra de la anexión a México.  Los ciudadanos se encaminaron hacia el templo y convento de la Merced, luego llegaron al antiguo templo de San José.  Cuando alcanzaron la parte trasera del templo, se encontraron con un grupo de soldados anexionistas, comandados por el alcalde de la ciudad Dr. Mariano de Larrave, alcalde de la ciudad. 

 

            Hubo un encontronazo.  Los guardias solicitaron parasen la manifestación pero los enardecidos ciudadanos continuaron su marcha.  Posteriormente, Mariano de Larrave, quien había sido signatario de la Independencia del 15 de septiembre, ordenó se abriera fuego.  Las balas cayeron sobre Mariano Bedoya y Remigio Maida.  Sus cuerpos quedaron tendidos en la calle y el sueño de ser independientes se había perdido, 36 días después ya éramos parte de México.

 

Las Juntas Patrióticas fueron prohibidas.  La decisión ya estaba tomada.  La sangre de Bedoya y de Maida quedó en el recuerdo y nadie más les hizo homenaje por su heroico papel.  Se insiste en que los protagonistas de la Universidad de San Carlos se dividieron.  De acuerdo con el historiador Carlos Humberto Samayoa Guevara, tanto Bedoya como Maida constituyen los primeros estudiantes mártires de la Universidad de San Carlos de Guatemala.  Al final, eran patriotas que defendían sus intereses de clase, donde el pueblo no contaba.  No obstante, son ciudadanos patriotas como también lo entenderíamos en esto días.  Por ello, nos sumamos a su bicentenario, pues, no todo ha sido como nos lo cuentan o nos lo cantan. 

 

            El himno nacional asevera que no hubo derramamiento de sangre cuando nuestros padres lucharon…  Saber qué padres porque, como lo hemos visto, hubo encarcelados, perseguidos, desterrados, torturados y hasta muertos.  Bedoya y Maida en el recuerdo del devenir histórico.  En todo caso estos jóvenes no solo son luchadores de Guatemala, sino de toda Centro América.  Increíblemente la lucha sigue 200 años después.

Arte

CUENTO

 

En busca de la paz

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

-Vos, ¿ya te diste cuenta de que la situación cada día está más trompuda?

 

– ¿A qué te referís?

– ¿Y a qué puede ser? Date cuenta, la cantidad de asesinados que aparecen cada día. Maridos o novios celosos matan a las mujeres; o cuando no se dejan violar, también les dan agua y de la que no se bebe.

 

-Es cierto vos, y los chantajistas, no se diga, intimidan a los dueños de los vehículos que prestan servicios públicos o a los dueños de negocios y, al no pagar la coacción, matan a los empleados: choferes, repartidores, meseros, etc. Y no lo hacen de inmediato con los dueños de los negocios, con la idea de asustarlos y que caigan con los lenes.

 

-Sí, mano que tristeza. Los sicarios, los asaltantes… y los borrachos que se creen muy machos, también lo hacen.

 

-Fijate que también los gobernantes, los líderes de algunas sectas y otros tipejos, por conservar el poder les dan agua a los que no son de sus mismas creencias.

 

-Manito, por todos lados aparecen cadáveres de hombres, mujeres y niños: quemados, apuñalados, ahorcados o muertos de otras mil maneras. ¿Qué hacer para ponerle fin a esta situación?

 

-Yo pienso que es fácil terminar con todas estas desgracias, pero hay quienes por intereses personales se oponen.

-¿Cómo que es fácil y quienes se oponen?

-Sí vos, es re fácil pero, no lo vas a creer, se oponen hasta los líderes de los países más adelantados.

-Púchica, vos. Esos sí no te lo creo. Si hasta la Organización de las Naciones Unidas ha manifestado su preocupación y alarma por la creciente criminalidad mundial.

 

-Así es en apariencia, pero como te digo, hay muchas organizaciones científicas y líderes mundiales que por intereses personales, se oponen a la manera más fácil de acabar con todos estos crimines y que reine la paz.

 

-Y según vos, que te la estás llevando de súper sabio, ¿Cuál es esa manera tan fácil de terminar con todo esto?

 

-Es súper elemental vos, no hay que ponerle obstáculos y dejar que el Coronavirus cumpla su misión al cien por ciento y se acabaron todos los crímenes. ¡Decime que no!

 

FILOSOFÍA

 

Parménides

 

El tema del ser

 

 

 Parménides de Elea (VI-V a. Je.) es uno de los más antiguos filósofos y el primero en plantearse el tema del ser. Para Parménides hay una contraposición radical entre sentidos e inteligencia. Los primeros nos muestran un mundo múltiple y cambiante, en total desorden: es la imagen de la realidad que tiene la mayor parte de los hombres, y que él denomina «doctrina de la opinión.» Frente a ésta se alza la «doctrina de la verdad,» propia de los sabios que, desconfiando de los sentidos, siguen las orientaciones de su pensamiento.

 

Lo propio del pensamiento, para Parménides, es decirnos que todas las cosas son. Entre el pensar y el ser hay, por lo tanto, una enorme afinidad, mientras que lo que no es no puede ni siquiera ser pensado y debe quedar excluido de toda reflexión. La vía del pensamiento nos muestra entonces que, detrás de la diversidad de las apariencias sensibles, hay una gran unidad, pues todo coincide en Ser. Igualmente, detrás del aparente cambio y movimiento del mundo sensible, el Ser que nos descubre el pensamiento es siempre inmutable: lo que es sólo puede ser pensado como ser, nunca puede dejar de ser. Parménides expuso literariamente su negación metafísica de los sentidos y del cambio en la forma de la revelación de una diosa. (*)

 

      * González Antonio. Introducción a la práctica de la filosofía. Texto de iniciación. UCA Editores. San Salvador, 2005.

 

 

                Y la diosa me recibió benévola, estrechó mi diestra con la suya y, dirigiéndose a mí, pronunció el siguiente discurso: ¡Oh joven, que viajas acompañado de aurigas inmortales y que, traído por unas yeguas, llegas a nuestro palacio! ¡Bienvenido! (…) Es preciso que aprendas todo, tanto el imperturbable corazón de la Verdad como los pareceres no fidedignos de los mortales. Aprenderás también esto: cómo las apariencias sensibles, consideradas en su totalidad, pueden llegar al aspecto de Ser.

 

            Pero ¡ay! voy a decirte —tú escucha mi relato y acógelo— cuáles son las únicas vías concebibles de investigación: la una es la vía de lo que «es y no puede ser.» Es el camino de la certeza, puesto que la certeza es acompañante de la Verdad. La otra es la vía de lo que «no es y tiene que no ser.» Esta vía te advierto que es un vericueto totalmente inexplorable, ya que al no-ser no lo podrás conocer —esto es irrealizable—, ni expresar. Porque lo mismo es el ser que el pensamiento del ser.

 

           

Esto es lo que hay que decir y pensar: que el ser es porque puede ser, mientras que el no-ser no puede ser (…). Porque nunca jamás se impondrá esto: que las cosas que no son sean. ¡Aparta tu pensamiento de esta vía de investigación! ¡Que la rutina inveterada no te fuerce a dirigir por esta vía tu ojo ciego, tu oído zumbón y tu lengua, sino juzga con el pensamiento la discutida prueba que yo he propuesto!

 

            Ya no nos queda más que un relato posible, el de la vía de lo que «es». A lo largo de esta vía hay numerosísimos datos: que el ser es inengendrado e indestructible, entero, único, inmóvil y perfecto. Ni «fue» jamás ni «será,» puesto que «es» ahora todo junto, uno y continuo. En efecto, ¿qué origen podrías buscarle? ¿De qué manera y de dónde llegó a ser? Es imposible, que del no ser no permitiré que digas ni que pienses eso, porque el no-ser es impensable ni decible. ¿Y cómo podría llegar a ser el ser en el futuro? ¿Y cómo podría haberse originado? Porque, si se originó, no «es», como tampoco en el caso de que vaya a ser en el futuro. De este modo el llegar a ser queda extinguido y el dejar de ser resulta inaudito.

 

            Tampoco es divisible, puesto que todo él es igual. Ni hay acá algo más que le impida ser continuo, ni allá algo menos, sino que todo él está lleno de ser. Por lo cual todo él es continuo, ya que ser linda con ser.

 

(Tomado de su Poema)

 

Busto

POESÍA

 

 

Luis García Montero

 

 

    Luis García Montero (Granada, 4 de diciembre de 1958), poeta y Catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, también director del Instituto Cervantes.  Luis Bagué Quílez nos dice sobre el poeta: Retomando la imagen que el propio García Montero ha desarrollado en diversas ocasiones, cabría afirmar que la puerta entornada de aquellos libros deja paso en (…) a una puerta giratoria por la que el pretérito y el presente entran y salen como verso por su casa. En efecto, el agua pasada mueve las aspas del discurso y desemboca en el río revuelto de una historia que avanza desde los episodios fundacionales de la modernidad hasta los espejismos de la actualidad pandémica. 

 

Dedicatoria

 

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_21_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_23_Si alguna vez la vida te maltrata,

   
 

acuérdate de mí,

   
 

que no puede cansarse de esperar

   
 

aquel que no se cansa de mirarte.

   

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_39_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_41_Merece la pena (Un jueves telefónico)

 

Trist el qui mai no ha perdut

  
 

per amor una casa

  

(Joan Margarit)

 
 

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_30_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_32_Sobre las diez te llamo

  
 

para decir que tengo diez llamadas,

  
 

otra reunión, seis cartas,

  
 

una mañana espesa, varias citas

  
 

y nostalgia de ti.

  
 

El teléfono tiene rumor de barco hundido,

  
 

burbujas y silencios.

  
 

Sobre las doce y media

  
 

llamas para contarme tus llamadas,

  
 

cómo va tu trabajo,

  
 

me explicas por encima los negocios

  
 

que llevas en común con tu ex marido,

  
 

debes sin más remedio hacer la compra

  
 

y me echas de menos.

  
 

El teléfono quiere espuma de cerveza,

  
 

aunque no, la mañana no es hermosa ni rubia.

  
 

Sobre las cuatro y media

  
 

comunica tu siesta. Me llamas a las seis para decirme

  
 

que sales disparada,

  
 

que se queda tu hijo en casa de un amigo,

  
 

que te aburre esta vida, pero a las siete debes

  
 

estar en no sé dónde,

  
 

y a las ocho te esperan

  
 

en la presentación de no sé quién

  
 

y luego sufres restaurante y copas

  
 

con algunos amigos.

  
 

Si no se te hace tarde

  
 

me llamarás a casa cuando llegues.

  
 

Y no se te hace tarde.

  
 

Sobre las dos y media te aseguro

  
 

que no me has despertado.

  
 

El teléfono busca ventanas encendidas

  
 

en las calles desiertas

  
 

y me alegra escuchar noticias de la noche,

  
 

cotilleos del mundo literario,

  
 

que se te nota lo feliz que eres,

  
 

que no haces otra cosa que hablar mucho de mí

  
 

con todos los que hablas.

  
 

Nada sabe de amor quien no ha perdido

  
 

por amor una casa, una hija tal vez

  
 

y más de medio sueldo,

  
 

empeñado en el arte de ser feliz y justo,

  
 

al otro lado de tu voz,

  
 

al sur de las fronteras telefónicas.

  

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_40_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_42_Completamente viernes

 

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_31_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_33_ Por detergentes y lavavajillas,

  
 

por libros ordenados y escobas en el suelo,

  
 

por los cristales limpios, por la mesa

  
 

sin papeles, libretas ni bolígrafos,

  
 

por los sillones sin periódicos,

  
 

quien se acerque a mi casa

  
 

puede encontrar un día

  
 

completamente viernes.

  
 

Como yo me lo encuentro

  
 

cuando salgo a la calle

  
 

y está la catedral

  
 

tomada por el mundo de los vivos

  
 

y en el supermercado

  
 

junio se hace botella de ginebra,

  
 

embutidos y postre,

  
 

abanico de luz en el quiosco

  
 

de la floristería,

  
 

ciudad que se desnuda completamente viernes.

  
 
 

 

 

Así mi cuerpo

  
 

que se hace memoria de tu cuerpo

  
 

y te presiente

  
 

en la inquietud de todo lo que toca,

  
 

en el mando a distancia de la música,

  
 

en el papel de la revista,

  
 

en el hielo deshecho

  
 

igual que se deshace una mañana

  
 

completamente viernes.

  
 

Cuando se abre la puerta de la calle,

  
 

la nevera adivina lo que supo mi cuerpo

  
 

y sugiere otros títulos para este poema:

  
 

completamente tú,

  
 

mañana de regreso, el buen amor,

  
 

la buena compañía.

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_31_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_33_El poder envejece

 

Ella me besa, marca la sonrisa

  
 

y viaja por los labios al pasado

  
 

con el adorno de sus sentimientos,

  
 

lujosa y encendida como un árbol

  
 

de navidad, paloma

  
 

de amistades difíciles

  
 

que abriga con recuerdos lo que duele

  
 

por demasiado frío en el presente.

  
 

Ayer te vimos por televisión,

  
 

no vas a cambiar nunca.

  
 

Él mide las palabras y me tiende la mano:

  
 

hubiese preferido no encontrarme.

  
 

Seguro como un pino del norte en su montaña,

  
 

vigila los recodos, las umbrías,

  
 

y sólo se interesa por el rumbo

  
 

que la vida nos marca.

  
 

Yo no pienso en traiciones, en el sucio

  
 

prestigio de sus manos.

  
 

Únicamente veo

  
 

estos ojos de halcón y me pregunto:

  
 

¿qué pensarán de mí?

  
 

Calle arriba, después, al despedirnos,

  
 

mi cuerpo reflejado se detiene

  
 

en los escaparates,

  
 

y con necesidad de asegurarse,

  
 

por encima de objetos de regalo,

  
 

abrigos, maletines de piel, televisores,

  
 

levanta el dedo y con temor me dice:

  
 

no vas a cambiar nunca, no vas a cambiar nunca.

  

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_38_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – I_40_Poética

 

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_29_http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/antologia-poetica–54/html/00b29e0c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html – PV_31_Hay momentos también en que dejamos

  
 

las palabras de amor y los silencios

  
 

para hablar de poesía.

  
 

Tú descansas la voz en el pasado

  
 

y recuerdas el título de un libro,

  
 

la historia de unos versos,

  
 

la noche juvenil de algunos cantautores,

  
 

la importancia que tienen

  
 

poetas y banderas en tu vida.

  
 

Yo te hablo de comas y mayúsculas,

  
 

de imágenes que sobran o que faltan,

  
 

de la necesidad de conseguir un ritmo

  
 

que sujete la historia,

  
 

igual que con las manos se sujetan

  
 

la humedad y los muros de un castillo de arena.

  
 

Y recuerdo también algunos versos

  
 

en noches donde comas y mayúsculas,

  
 

metáforas y ritmos,

  
 

calentaron mi casa,

  
 

me hicieron compañía,

  
 

supieron convencerme

  
 

con tu mismo poder de seducción.

  
 

Ya sé que otros poetas

  
 

se visten de poeta,

  
 

van a las oficinas del silencio,

  
 

administran los bancos del fulgor,

  
 

calculan con esencias

  
 

los saldos de sus fondos interiores,

  
 

son antorcha de reyes y de dioses

  
 

o son lengua de infierno.

  
 

Será que tienen alma.

  
 

Yo me conformo con tenerte a ti

  
 

y con tener conciencia.

  

La ausencia es una forma de invierno

Como el cuerpo de un hombre derrotado en la nieve,

con ese mismo invierno que hiela las canciones

cuando la tarde cae en la radio de un coche,

como los telegramas, como la voz herida

que cruza los teléfonos nocturnos

igual que un faro cruza

por la melancolía de las barcas en tierra,

como las dudas y las certidumbres,

como mi silueta en la ventana,

así duele una noche,

con ese mismo invierno de cuando tú me faltas,

con esa misma nieve que me ha dejado en blanco,

pues todo se me olvida

si tengo que aprender a recordarte.

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Zona Íntima

Jorge Antonio Ortega Gaytán

Escritor

 

“La poesía es la única prueba de la existencia del hombre”.  

Luis Cardoza y Aragón

 

Zona Íntima, es el área de diseño de sueños, amores, demonios, espantos, desamores y reclamos a la fragilidad de la existencia terrenal. Es el crisol de todo aquello que involucra el amor a la vida y sus circunstancias, pero sin la problemática del dolor y el sufrimiento que provoca el vivir con intensidad cada instante, disfrutando de lo simple de la vida, construyendo con palabras un mundo propio y seguro.

 

            De eso trata la nueva entrega de Ligia García, en la cual nos permite a través de la lectura, entrar a esa zona de diseño y construcción, donde lo ordinario adquiere belleza, el dolor se transforma en caricias, el sufrimiento se proyecta hacia la felicidad, en cualquiera de sus grados de intensidad.

 

            Observar es un acto de exclusión de todo aquello que estorba y deforma la percepción de la realidad, este testimonio escrito y hecho libro de poesía, desnuda el andamiaje que sostiene la existencia de lo humano en forma integral (cuerpo, alma y mente) sensaciones, motivaciones, tentaciones y reproches del actuar en el diario vivir. Proyectos inconclusos, anhelos, desamores, el imperio de la muerte y deserciones en el acto de ser amado. En sí, el experimento de vivir y caminar hacia la muerte, lo cual lo afirma en un verso sencillo y atinado “… quizá no lo has notado, pero aquí no nos morimos de viejos”.

 

            Vivir cada instante con felicidad es el reto que hace la escritora de Zona Íntima, reta a sus lectores a un acto de balance entre lo correcto y lo justo, entre lo legal y lo legítimo, entre tener la razón o ser feliz. Una dicotomía permanente, mientras experimentamos nuestro deambular entre lo real (si es que existe) y lo imaginario que genera nuestra mente y alma.

 

            La constante en Zona Íntima es la soledad que permite la germinación del placer de crear otro mundo y es de esta forma y, al estilo de un epitafio del romanticismo, resalta en un verso: “No todas las soledades son soledad”.  Con él lanza la incógnita a los lectores ¿si conoce la soledad? Si la utiliza como placebo o es la materia prima de su felicidad. La soledad marca y sella el destino de muchos que toman un atajo para llegar a los brazos de la muerte, pero la soledad, desde la óptica de García & García tiene su encanto, provoca los

sentidos y endosa el corazón en su totalidad, lo hace palpitar al ritmo de sus emociones, ilusiones, decepciones, ausencias y monotonía del vivir según las costumbres.


            Amar es lo medular de esta historia de vida hecha poesía. Pero el problema no es amar, sino ser amado en la intensidad y en el momento determinado, como bien dice la Biblia: “Para todo hay tiempo”.  Hay tiempo para amar, hay tiempo para morir… en fin, en el centro del poemario encontramos la clave para ingresar a la Zona Íntima con el verso: “Quizás la parte más difícil de aprender a vivir sea aprender a amar sin sufrir”.


            Aquí es donde la reflexión es necesaria y se justifica la existencia de la poesía, es imposible vivir a plenitud sin ella, debido a la fragilidad de nuestra existencia terrenal, es la poesía la que permite la sublimación del ser, exhibir a corazón abierto los sentimientos, desnudar las apariencias, eliminar los pretextos y excusas para amar y ser amado. Besar sin tiempo, acariciar el alma de la persona amada sin horario y calendario.  En pocas palabras: ¡Vivir a plenitud! Pero esa posibilidad creo que solo está para los poetas, que dicen todo en pocas palabras y, que con ellas construyen otros mundos y universos para los mortales que nos deleitamos con su lectura, activando nuestra ilusión por un futuro promisorio, como el que describe la escritora:


            “Quiero habitar un mundo sin mentiras, sin engaños, con seres de acciones transparentes sin pretensiones furtivas, prefiero las desnudas emociones, con las verdades crudas y las palabras vivas.”


            Ligia García & García nos transporta a un mundo construido con palabras, un mundo extraño para muchos, pero ¿acaso el amor no se hace con palabras? Las palabras le dan sentido y concepto a nuestra vida, nuestros nombres y su significado no es más que palabras, es a través de ellas que nos relacionamos y su ausencia nos aleja de los seres queridos.

            El silencio que describe este libro es una sentencia radical: “El silencio lastima, pero la indiferencia mata”.  Es fácil de comprobar al verificar nuestro pasado. El silencio arruina nuestra alma, destruye nuestra capacidad de ser amado, corroe el anhelo de soñar despierto y nubla la razón de la existencia en el diario transitar hacia la muerte.

            Zona Íntima, permite al lector una intromisión en la existencia de lo humano, y le permite el ingreso a la sublimación del ser a través de la poesía, única prueba de la existencia del ser humano, como lo afirma Luis Cardoza y Aragón.

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